miércoles, 8 de enero de 2014

La XVI edición del Premio Jaime Albert Solana para el "El modelo Avilés”

 
 

 

De izda. a dcha.:
Antonio Colodrón, JJM. Jambrina,
Isabel Solana, y José María Sánchez Monge

El pasado 14 de diciembre tuvo lugar en la sede de la Confederación FEAFES la entrega de la XVI edición del Premio Jaime Albert Solana. En esta ocasión, el galardón recayó en el proyecto del trabajo “El modelo Avilés para la implantación del Tratamiento Asertivo Comunitario en Salud Mental” presentado por el Hospital San Agustín de Avilés (Asturias) y Juan José Martínez Jambrina.


 El jurado, formado por profesionales de la salud mental de reconocido prestigio, valoró del trabajo premiado “su aportación para mejorar la calidad de vida de las personas con trastorno mental grave a través de una atención adecuada y enfocada a la recuperación de su proyecto vital” y su papel para “revitalizar la comunidad como lugar de intervención en salud mental”.
 En el acto de entrega estuvieron presentes miembros de la Junta Directiva, los integrantes del Comité de Personas con Enfermedad Mental de FEAFES, técnicos del movimiento asociativo, así como Isabel Solana, impulsora de este prestigioso premio y brillante, comprometida vicepresidenta que fue de FEAFES.
Más información:
  • "Edna Fernández reta a la esquizofrenia"
Myriam MANCISIDOR.
"Los enfermos mentales no hacemos daño", sentencia Edna Fernández Alonso, avilesina de 44 años que desde hace casi media vida convive con la esquizofrenia paranoide. "Podemos llevar una vida relativamente normal si cumplimos con la medicación. Somos personas, no bichos raros", defiende. La mayoría de los pacientes con patología psicótica grave decide esconder su enfermedad por miedo al rechazo social, pero Edna Fernández Alonso ha decidido contar su historia. Sólo así, cree, se terminará con las etiquetas que envuelven la enfermedad mental, unas marcas que, a su juicio, hacen que el paciente además de enfrentarse a la enfermedad deba sobreponerse a las discriminaciones que recibe por padecerla.
Empieza por el mismo día en el que nació, un mes de mayo de 1969. "Entonces me tuvieron que hacer llorar", precisa. De pequeña sufrió varios episodios de convulsiones y con seis años le diagnosticaron meningitis, por lo que ya muy joven recibió medicación. Estudió bachiller y luego consiguió trabajo en una gran superficie comercial en Oviedo, de reponedora. A los 24 años se operó de un tumor de hipófisis en el hospital Puerta de Hierro de Madrid. Luego todo se desencadenó muy rápido. "Siempre fui muy nerviosa y una mujer de carácter fuerte, pero empecé a sentir voces en el oído y creía que me perseguían", reconoce ahora. En su día calló estos síntomas a su familia. Sentía miedo al delirio, a las alucinaciones.
La primera crisis por esquizofrenia paranoide la sufrió en el aire, en pleno vuelo de Fuerteventura a Madrid. Venía de la jura de bandera de su hermano. "No nos conocía... Pasó el viaje mirando por la ventana sin decir nada", explica su madre y su mejor amiga, Yolanda Alonso. Entonces recibió tratamiento, pero Edna Fernández no respondió a la medicación como era de esperar. Su primer ingreso hospitalario fue en Avilés, en el Hospital de Avilés. "La llevamos a la clínica San Rafael, pero tardaron bastante en dar con el diagnóstico, y fue el médico de familia de San Román, el que le corresponde porque tenemos vivienda en Candamo, el que la mandó al centro de salud mental de La Eria (Oviedo)", precisa Alonso.
Ahora consume trece pastillas al día. El año pasado sufrió "un principio de crisis", pero la última vez que ingresó en un centro hospitalario fue hace ya años coincidiendo con la muerte de su abuela. "Ella da pistas y ante cualquier síntoma ya sabemos cómo actuar", reconoce Yolanda Alonso, que dice sin perder el humor: "En casa ya somos todos un poco psiquiatras". Con los fármacos, Edna Fernández está bien. Acude dos días a la semana al local de Afesa (Asociación de familiares y personas con enfermedad mental de Asturias) en Avilés, donde participa en cursos de informática.
"Podemos llevar una vida relativamente normal si cumplimos con la medicación", precisa. En esto trabajan precisamente los profesionales de salud mental del área sanitaria avilesina también vinculados a Afesa y que ya en 1999 y de forma pionera en España implantaron un programa de atención conocido como "Modelo Avilés" -a día de hoy existente en treinta provincias españolas- y que pasa por la atención del enfermo mental grave en su entorno social y familiar. El equipo que está detrás de este proyecto y que lidera el psiquiatra Juan José Martínez Jambrina recibió hace tan sólo unos días el prestigioso premio "Jaime Albert Solana".
El tribunal valoró la aportación que hace este trabajo para mejorar la calidad de vida de las personas con trastorno mental grave a través de una atención adecuada y enfocada a la recuperación de su proyecto vital. Del estudio presentado, el jurado destacó también su papel para revitalizar la comunidad como lugar de intervención en salud mental y valoró que fuera reconocido por la Estrategia en Salud Mental del Sistema Nacional de Salud (2006) como un Ejemplo de Buenas Prácticas.
Los psiquiatras de Avilés trabajan cada día para romper con las etiquetas o estigmas que dañan al enfermo mental. Han conseguido, además, recuperar para el tratamiento a personas con trastorno mental reacias a acudir a un consultorio, han evitado ingresos involuntarios a cargo de fuerzas de seguridad y han puesto en evidencia la inadecuación de la necesidad de una regulación específica del tratamiento ambulatorio involuntario.
Edna Fernández Alonso valora este tipo de actuaciones científicas. Ella se considera una mujer normal que lidia con una enfermedad que no eligió. Pensionista, Fernández Alonso se levanta cada día temprano. Pasea por su barrio, Versalles, y echa siempre que puede una mano en casa. Por eso no se le caen los anillos a la hora de ir al banco a realizar gestiones, hacer la comida, limpiar la vivienda o fregar los platos. "Nadie está preparado para afrontar una enfermedad así pero cuando se conoce las cosas pueden ir bien", reconoce el padre de Edna Fernández, José. Puntualiza: "Hay personas que desprecian a estos chicos pero no son conscientes de lo que sufren".
La vicepresidenta de Afesa, María del Carmen Montalvo, señala al respecto: "Las personas con enfermedad mental son ante todo personas y, en la mayoría de los casos, con el correcto tratamiento, pueden seguir con normalidad con sus vidas a pesar de las limitaciones, unas limitaciones que , desde luego, tienen, al fin y al cabo, como todo el mundo". Para Edna Fernández sus padres son su gran apoyo.
"Sufrimos mucho pero a día de hoy nuestra hija se desenvuelve bien", confirman José Fernández y Yolanda Alonso, quienes solicitan ayuda a la Administración. "Estamos viviendo una época horrible económicamente que va a desencadenar muchos problemas de salud mental y debemos estar preparados para atender a estas personas", advierten mientras le dan la razón a su hija que repite, una vez más: "Somos personas que necesitamos ayuda, pero no hacemos daño".
 
Vídeo: ¿Qué es el tratamiento asertivo comunitario? Juan José Martínez Jambrina


 
 
 
 


 
 

 
 
 
 
 
 
 

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